Cuando era pequeño, mi tía Mª de Gracia tenía por costumbre celebrar mi cumpleaños tirándome de las orejas tantas veces como años cumplía, pero ésto no se quedó como costumbre familiar, ahora se ha convertido en una costumbre en mi colegio. Cuando entro en una clase los alumnos me dicen quién cumple años y como es normal le cantamos la canción, a veces comemos tarta y además le tiramos de las orejas (sin doler por supuesto), recordando mi infancia. Ha calado la costumbre entre los niños hasta el punto que ahora vienen ellos expresamente a buscarme para que les tire de las orejas: "Maestro, las orejas, que hoy es mi cumpleaños", "Hoy es el cumpleaños de este niño, maestro que no se te olvide las orejas", "Aquí lo tienes maestro, tírale de las orejas que es su cumpleaños", "Te estaba buscando maestro, las orejas", "Maestro no se te vaya a olvidar que mañana es mi cumpleaños"... son algunos de los comentarios que escucho. Por supuesto, en vez de llorar por los tirones, terminan con grandes carcajadas.
Pensándolo... de dónde viene la costumbre, desea larga vida.
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