Un alumno de segundo, que día sí y otro también, me busca para que le ate los cordones de los zapatos:
- Vamos a ver, tienes que aprender tú ya a atarte los cordones. ¿Y si yo no estoy? (le digo)
- No pasa nada, voy a otro maestro.
- ¿Y si no es en el colegio, y no estamos ningún maestro?
- Pues se lo digo a mi padre o a mi madre.
- Pero tus padres no están, por que han ido a un "mandao".
- Pues entonces estoy con mis abuelos o mis titos y titas.
- No, imagínate que estas sólo y no hay nadie para atarte los cordones.
- Pues entonces utilizo zapatos con velcro maestro.
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