En una clase de educación física, con los alumnos de segundo, explico un juego. Algunos alumnos los coloqué en un sitio determinado, me dirijo al sitio de uno de ellos, que se llama Jesús, y me pongo de modelo para explicar el juego:
- Imaginar que yo soy Jesús (les digo a los alumnos y éstos empiezan a reírse). ¿Por qué esas risas?
- Maestro, es que tú te llamas Jesús. Pues nos imaginamos que el maestro Jesús es Jesús.
(Mi nombre era el mismo del alumno al que tenían que imaginar. La próxima vez buscaré un alumno con otro nombre).
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