Recuerdo una anécdota que no publicamos en nuestro rincón, y ahora lo hacemos. Como sabéis por la entrada anterior, los alumnos la última semana del trimestre realizaron diferentes actividades relacionadas con la navidad y una de ellas fue visitar la Iglesia para ver su belén. Mientras estábamos entrando en la Iglesia me dice un niño:
- Ojú maestro, con esta bulla se pueden asustar los Santos.
Cuántas pepitas de oro contiene este blog... Yo no me conocía como buscador de oro, y mira por donde, a mi edad, aquí he llegado. Una suerte, y gracias al que coloca las pepitas, porque en la vida, siempre, siempre, hay un creador, el que va por delante.
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