Os escribo una conversación que tuve con un alumno de primero:
- Maestro, ¿cómo te llaman tus amigos?
- Hombre, yo me llamo Jesús, por lo tanto mis amigos me llaman Jesús.
- Es que yo, maestro, me llamo Adrián y mis amigos me llaman Adri.
Esta anécdota viene bien para el chiste que me contó un compañero en el recreo:
Resulta que se conocen dos hombres y conversan:
- ¿Tú cómo te llamas?
- Yo me llamo Javito pero los amigos me dicen Ja, y tú ¿cómo te llamas?
- Yo Jacinto.
- ¿Y no prefieres Ja?
- No hombre, que si me quitas el "cinto" se me caen los pantalones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario